Quiero coger la luna con mis manos,
y que se vuelva dorada como el sol.
Luz dorada que todo lo envuelve, que
todo lo acaricia con su tibia luz.
Flores amarillas, campos de trigales,
sentir dorado el preciso instante
en que pienso en tus ojos...
cierro los mios, me abraza la luz del
atardecer, todo esta en calma...
Que dulce, confieso, soy un enamorado perdido de la luna y su magia, creo en ella.
ResponderEliminarCuando no esta llena, o casi no se divisa, estas palabras la traen a mi corazón.
Gracias
Mario